martes, 17 de febrero de 2009

Tres ángeles funestos
arrancaron el alma en la novena casa,
noventa y nueve notas entonaron, malditas, hermosas,
diez versos de dulce veneno y treinta acordes de suave tacto...
Ahora, vuela solitario.
Perdido en la espesa bruma, joyas y conchas olvida.
Una oscura torre ve,
ve como se aleja lentamente.
Fuertes arañazos en la niebla,
rápidos cortes de batuta.
Entonada una canción aleja su vista,
deslizada hacía ella.
Perdida atalaya,
perdida en la oscuridad...

Nabel_Babau.

Este poema (si se puede llamar así), fué escrito hace años e iba dedicado a mi abuelo. un extraordinario musico que volo hacía otro lugar...

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